viernes, 12 de noviembre de 2010

Cosas cotidianas

Bueno, ya les conté de mi entorno, como vivo, con quien vivo y como son los personajes con los que vivo. Creo que la segunda entrada es un buen momento para contarles de mis actividades "extracurriculares"...
Como ya había escrito, me gustan muchas cosas, pero la cosa que más recientemente se ha agregada a esa lista es el Yoga.
Fui una vez hace un millón de años con mi mamá, que hablaba maravillas del Yoga... Long story short... me quedé dormida al final de la clase enfrente de todos, me tuvieron que despertar y luego mi mamá me dijo que empecé a roncar, bastante silenciosa, pero ronqué. Juré que jamás volvería a Yoga, porque la neta para hacer ridiculeces no necesito pagar una membresia en un gimnasio... Así empezó esa relación trastornada y así me sentía a gusto con ella. Era una relación que simplemente no tenía mejora.
Entre paréntesis, yo creo que es por la edad, porque cuantos niños de 16 años ve uno en cursos de Yoga o de Pilates o cosas así, pues no a muchos. A los 16 años uno tiene energía y corre y anda en bici o pega a sus hermanos más chicos, pero a los 26 años es cuando uno realmente empieza a valorar los deportes de bajo impacto.
Bueno regresando al punto inicial: Juré abstinencia total del Yoga.
Sin embargo hace algunos meses me empezó a volver a llamar la atención. Sinceramente ya ni sé como fue, creo que algo tuvo que ver que supuestamente iba a cambiar mi vida radicalmente. Iba a dejar de fumar, iba a bajar 4kg, iba a revisarme todos los lunares por el miedo a cancer de piel, iba a comprar aceites de romero y chile para que ya no se me cayera el pelo e iba a practicar Yoga. Lo único que llevé a cabo de esas metas fue lo del Yoga y bueno dejé de fumar una semana entera... bueno... 5 días...
Me recomendaron un lugar y fui y me emocioné y me inscribí y obviamente contraté el super paquete que me incluía absolutamente todo, con el cual podía ir a clases 7 veces al día si quisiera, todos los días y casi, casi la maestra hacía las posiciones por mi si me llegara a sentir algo fatigada de tanta actividad física vigorosa... Pues sí, o todo o nada, no?!
El resultado de mi emoción inicial fue que dejé de ir después de la cuarta clase. Llegando a ese punto crucial en mi entrada, donde mucha gente me podía tachar de mujer con poca voluntad, pues déjenme decirles que no es así, ehhh... Mi pretexto es que me cambié de casa y punto. Ciertamente no he vuelto a ir desde que me cambié, pero yo considero que eso no es relevante. Y de hecho eso ni es cierto, porque sí he regresado a mis clases, aunque no en el mismo estudio. Hace poco un amigo me comentó de su lugar de Yoga, que es diferente al que yo iba: Fui a una clase de prueba y me volví a emocionar, pero ahora manejo las cosas con más calma. Contraté un paquete decente para ver si realmente sigo con eso. Voy como 3 veces a la semana y hasta ahora super bien... Estoy embaradísima, pero contenta y más aún porque ayer hice la posición "La Paloma" o "El Cuervo" o el "Gato Volador" o alguna cosa así, o sea básicamente puse mis patitas sobre miscodos, con la cabeza abajo y me sostuve en el aire, nada más apoyándome con mis manos... Que orgullo! Digo, todavía no llego al nivel de lamerme el dedo gordo del pie, mientras con una mano tejo un Suéter y con la otra me sostengo en el aire, apoyando únicamente el meñique y por supuesto usando mi enorme fuerza de voluntad (que por cierto ya estipulamos que es inexistente), pero ahí voy. Aunque sea el "Gato Volador" me sale re-bonito!
Lo que a mi me sorprendió fue que va muchísimo hombre. Me acuerdo, en mi primera clase, me siento con mis piecitos descalzos en el tapete y observo mi entorno y hay dos mujeres (Mi mejor amiga y yo), una tipa que era mitad hombre (Ese torso definitivamente no era suyo) y como 28 hombres, bueno no, pero fácil hubo como cinco. Y cuando vi la maestra todo empezó a hacer mucho sentido, y la cosa está peor en el lugar de Yoga donde voy ahorita... Está impresionante... están buenísimas!!! Como mujer creo que puedo decir eso, digo, evidentemente tengo el conocimiento suficiente como para decir si efectivamente alguien está buenísima o si simplemente usa la ropa interior correcta que pushea aquí y aplana acá y 1, 2, 3 la de las Memelas (con todo el respeto) se volvió Adriana Lima... Cero envidia fieles compañeras con llantitas, hay que reconocer cuando nos topamos con alguien con 0.4% de masa grasa...
Regresando al punto, esas tipas están naturalmente buenas. La verdad es un buen incentivo, porque la mejor versión de ti mismo te está dando clases. Yo siempre visualizo que en 3 meses (Aja, sí aja) estaré así...
La verdad no me considero nada mal físicamente, sin embargo jamás llevaría a mi novio. Digo, esas mujeres tienen un cuerpazo, están guapas, me parecen muy simpáticas y aparte se pueden rascar la nariz con su propia nalga... A quien diablos no dejarían por eso???
Hablando en serio, sí he llevado a mi novio y no le gustó mucho, pero bueno, a él no le tiene que gustar. A mi sí.
Después de años de tener el Yoga en un muy mal concepto y de negarme a darle otra oportunidad, cuando por fin se la dí, quedé muy positivamente sorprendida. La verdad se los recomiendo, porque sí es un deporte de cero impacto, no tienen que tener la super condición física, ni tienen que ser todos Zen o ser Buddhistas, ni nada por el estilo. Es un muy buen ejercicio, y aparte cada posición se puede adaptar a la elasticidad y al nivel de cada quien. No tienen que ser unos Masters, no hay nadie quien les presione. Eso es lo que me gusta mucho. No es como estar en el gimnasio y que el instructor te grite como si formaras parte de las fuerzas militares. Obviamente estoy ahí por algo, para echar la flojera mejor me quedo en mi casa viendo la tele, entonces porque me tienen que estar gritando?! En Yoga te dicen que escuches a tu cuerpo. Sí suena muy fumado, pero es cierto. Al fin y al cabo sientes si te duele porque estás haciendo ejercicio o si te duele porque te estás rompiendo los ligamentos.
Bueno, lo único que les puedo decir es que lo prueben y más que nada si son algo parecidos a mi: Como en simulacro de terremoto "No corro, no grito, no empujo" y más que nada NO CORRO!

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